Cuando Noema,
Intercultura y cocina, nos propuso participar en su calendario de adviento nos hizo muchísima ilusión. Teníamos claro que no podíamos decir que no, pero después nos tocó pensar qué podíamos hacer y cómo lo podíamos relacionar con el cine. Hasta que recordamos la historia de El Grinch. Hoy como es un día especial nuestra entrada también lo será. A parte de mencionar que el primer largometraje basado en esta historia del Dr. Streuss, How the Grinch stole Christmas, fue dirigido por Ron Howard, protagonizado por Jim Carrey, y que se rodó en 2000, hoy os contaremos el cuento que aunque parezca mentira, empieza en un copo de nieve...
Había una vez dentro de un copo de nieve un pueblo llamado Villaquién (Whoville). Allí todos sus habitantes hacían todos los preparativos de Navidad mientras cantaban y sonreían alegremente. Todos menos uno, el Grinch, un cínico aldeano que vivía en lo más alto de una montaña aislado del resto salvo de su perro Max que es era su única compañía.
Con la llegada de la Navidad todo el pueblo inició los preparativos entre cantos y sonrisas menos él, que se torturaba desde su colina escuchando lo bien que se lo pasaban los Quién mientras él siguía solo con su perro.
Pero sin saberlo alguien de repente sintió curiosidad por la persona que vivía aislado en la colina. Ella era la pequeña Cindy que cuando vió que todo el pueblo lo detestaba sintió curiosidad por saber el origen de todo. Poco a poco avanzó en su investigación hasta que descubrió que tenía un pasado muy trágico.
El viento se llevó la cuna donde él estaba cuando era un bebé llevándolo hasta Villaquién. Allí fue adoptado por dos mujeres y aunque era travieso no era tan egoísta y cruel como se volvió después. El Grinch con sus peculiares rasgos físicos fue objeto de muchas burlas entre sus compañeros, en especial las preparadas por Augustus (el actual alcalde de Villaquién). Cansado de las burlas, decidió irse a vivir solo a lo alto de la montaña.
Al conocer la historia, la pequeña decidió aventurarse y subir a la montaña para invitar al Grinch a la fiesta previa a la de Navidad. En un primer momento el Grinch se enfadó mucho y la echó de la cueva pero se lo acabó pensando y accedió a ir.
Para su sorpresa se lo pasó bien y disfrutó de la fiesta. Aunque pronto le duró pues Augustus le ridiculizaóde nuevo haciéndole recordar su trauma infantil y haciendo que volviera a su cueva.
Enfadado por no soportar la molesta Navidad observó a los aldeanos y dedució que los Quién celebraban la Navidad por los regalos y adornos, así que decidió robárselos por la noche con la ayuda de su fiel amigo Max y quemarlos por la mañana cuando oyera a los Quién llorar esa gran pérdida.
Por la mañana los aldeanos vieron que no quedaba rastro de regalos ni decoraciones y se enfadaron mucho hasta que el padre de la pequeña Cindy les dijo que la Navidad en el fondo es la excusa para estar en familia y que no tiene que ver con los regalos o adornos. Así que los habitantes de Villaquién decidieron ponerse a cantar alegres para celebrar las fiestas con la misma ilusión.
El Grinch sorprendido y conmovido a la vez, se enterneció y su corazón creció hasta el punto que decidió devolver los regalos a los Quién, pedir perdón y celebrar con ellos la Navidad.
El libro y por ende también la película, critica la visión de la Navidad como algo comercial y satiriza a aquellos que obtienen beneficios explotando la época navideña.
A todos nos gustan los regalos y tenemos debilidades consumistas especialmente en estas fechas, pero está claro que la Navidad es mucho más!! En nuestro caso, también una excusa más para cocinar cosas deliciosas y divertidas.
Copos de nieve de merengue (francés)
Ingredientes:
5 claras de huevo
340 gramos de azúcar en polvo (no glas, azúcar molido en casa)
1 cucharadita de esencia de vainilla (opcional)
Preparación:
Dibujamos un copo de nieve en un papel.
Ponemos las claras a montar. Cuando empiecen a subir de volumen, vamos añadiendo el aúcar glas poco a poco y batimos hasta que se monte bien del todo.
Ponemos el merengue en una manga pastelera.
Ponemos un papel de horno en una bandeja i debajo el papel con el dibujo del copo de nieve. Como el papel de horno dejará ver el papel de debajo que tiene el dibujo del copo, sólo nos quedará coger la manga pastelera y calcar el dibujo con el merengue.Una vez hehco, desplazamos el merengue al lado y hacemos otro copo, y así sucesivamente.
Lo horneamos a 120ºC unos 15 minutos o cuando empiecen a dorarse.
¡Feliz fin de semana!
Film & Food