Pushing Daisies, es una serie diferente, extravagante, melancólica y muy muy colorida. Como si de una película de Tim Burton se tratara, con un aire muy a lo Amelie, esta serie estrenada en 2007 y que consta de 2 temporadas ya finalizadas, trata de la vida de Ned, un joven que posee la habilidad de resucitar a los muertos, aunque si los vuelve a tocar mueren de nuevo. Pero la cosa se complica más, ya que si pasado un minuto desde que los resucita no los vuelve a tocar y estos no mueren, en su lugar muere otra persona
Ned es pastelero, profesión y habilidad que heredó de su madre cuando era pequeño, junto con el descubrimiento de su don. Su perro golden retriever fue atropellado por un coche y al tocarlo éste resucitó. Cuando su madre murió por un aneurisma, Ned le devolvió la vida, sin saber que al pasar el minuto las consecuencias serían terribles, ya que la persona que ocupó su lugar fue el padre de Chuck, la chica que tenía el corazón robado a Ned y no sirvió de nada porque su madre al darle el beso de buenas noches murió de nuevo.
Ned y Chuck fueron separados. Ella se fue a vivir con sus excéntricas tías y su padre lo abandonó en un internado hasta que se hizo mayor. Y nunca más se vieron.
Con su don para los fogones, Ned abrió una tartería llamada
"El rincón de la tarta" ayudado por su peculiar camarera, Olive. Un cliente habitual, el investigador privado Emerson Cod, descubre de manera accidental el secreto de Ned y le propone un trato: Ned resucita a los muertos durante un minuto para preguntarles quién los mató, Emerson resuelve el caso y juntos se reparten las ganancias.
Por casualidad un día Ned se entera que el amor de su vida, Chuck, ha muerto en un crucero. La revive para preguntarle y averiguar quién la mató, pero no es capaz de tocarla de nuevo.
Así es como Ned y Chuck de nuevo vuelven a estar juntos, teniéndose uno al otro pero siempre sin tocarse o ella morirá. Junto a Emerson y Olive forman un equipo que entre tarta y tarta se dedicarán a resolver asesinatos.
Una serie ganadora de 3 premios Emmy, llena de historias que combinan, magia, misterios, romanticismo, toques de humor negro, números musicales, mucho color, paisajes irreales, y, por supuesto, tartas.
Para hacer honor a las maravillosas tartas que aparecen en esta serie, hemos preparado todo un clásico pie de manzana, en nuestra humilde versión, con el top crujiente en forma de hojas para darle un pequeño toque otoñal, ya que pronto estaremos en esta época del año. Esperamos que lo disfrutéis.
Pie de manzana:
Ingredientes para 2-3 personas:
1 paquete de pasta brisé
2 manzanas medianas tipo fuji
2 cucharadas de azúcar
2 cucharadas de azúcar moreno
1 cucharada de brandy
2 cucharaditas de aroma de vainilla
1 pizca de sal
1 cucharadita de canela
1 cucharadita de nuez moscada
1 clara de huevoy dos cucharada de leche mezcladas para pintar la masa.
Preparación:
Extendemos la pasta brisa y cortamos un círculo del tamaño de unos 2-4 cm más que nuestro molde.
Colocamos la pasta en el molde, bien pegada a las paredes y al fondo y eliminamos el exceso sobrante de la parte superior, pasando el rodillo por la encima. Pinchamos la base con un tenedor y dejamos en la nevera unos 30 minutos.
Con un rodillo, sobre una superficie de trabajo ligeramente enharinada, estiramos el resto de la masa. La colocamos entre dos papeles de horno y la dejamos en la nevera 30 minutos.
Pasado este tiempo sacamos la masa lisa de la nevera y procedemos, con el cortador, ha hacer aproximadamente unas 30-36 hojas. Las vamos colocando encima de una bandeja y las dejamos enfriar en la nevera 30 minutos más.
Procedemos a preparar el relleno.
Pelamos y cortamos en láminas las manzanas. Las ponemos en un bol y le añadimos todos los ingredientes restantes. Mezclamos bien.
Sacamos nuestro molde de la nevera y lo rellenamos con la mezcla de manzanas.
Pasados los 30 minutos para que las hojas se endurezcan, sacamos la bandeja de la nevera y procedemos a tapar el molde con ellas. Siempre empezando por la parte de fuera y hacia adentro. Para colocar cada hoja, mojamos un poco la parte interior con agua. Las vamos colocando hasta dejar un pequeño hueco en el centro.
Pintamos con la mezcla de clara de huevo y leche.
Horneamos a 200 ºC unos 20 minutos. Bajamos la temperatura a 160 ºC y dejamos hornear aproximadamente 30-35 minutos, o hasta que veamos que salen burbujitas del interior.
Se deja enfriar sobre rejilla completamente.
¡¡Feliz semana!!
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